La vida está corriendo demasiado

Me bautizaron en la iglesia del Carmen hace 85 años, tengo 10 hijos y 59 nietos de los que no recuerdo el nombre de todos. He sido futbolista y añoro aquellos tiempos en los que entrenaba con mis compañeros. La vida está corriendo demasiado, se está perdiendo la vergüenza y la delicadeza, las mujeres deberían ir más tapadas, ahora los enseñan todo y no dejan nada para la intimidad.